Hace dos años hablamos con Rafael Basterrechea, vicepresidente de AVITE, la asociación que defiende los derechos de las víctimas de la talidomida (principio activo que estaba en unos medicamentos que, hace casi seis décadas, se recetaban a las embarazadas para paliar las náuseas). Entonces, la asociación iniciaba su andadura para un reconocimiento que poco a poco llega por parte de la sociedad y las instituciones españolas, pero no así por la principal responsable del tremendo perjuicio que causó la talidomida a miles de personas: la empresa farmacéutica alemana Grunenthal, que lo comercializó. No obstante, AVITE sigue su lucha.