La trata de seres humanos es, desgraciadamente, una realidad muy presente en países desarrollados como Bélgica o España. La explotación sexual de mujeres, pero también la explotación laboral, de la que muchos hombres son víctimas, son lacras que desde distintas organizaciones se intentan combatir. En España, la asociación APRAMP (Asociación para la prevención, reinserción y atención a la mujer prostituida), lucha desde hace 35 años por devolver la vida y la dignidad a muchas personas que se han visto en esas situaciones.
Rocío Nieto, fundadora de APRAMP.
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