Más allá de las consecuencias físicas para la salud, la pandemia también está incidiendo en otro aspecto fundamental de nuestro bienestar: la salud mental. El estrés, la incertidumbre, el miedo y la pérdida de seres queridos ha aumentado los índices de depresión, ansiedad y estrés-postraumático. Desde marzo de 2020, las peticiones de información y ayuda en las consultas psicológicas se ha multiplicado. Iciar Villacieros, psicóloga española ejerciendo en Bruselas, lo ha vivido en primera persona. «Todas las semanas recibo entre tres y cinco llamadas de nuevas personas pidiendo atención psicológica», afirma. A continuación, analizamos con ella las secuelas de la pandemia en nuestra salud mental.
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