Si les apetece caminar, pero a través del tiempo, BELvue es el lugar ideal para ello. Entre sus paredes se encuentra la historia de Bélgica, contada a través de todo tipo de objetos. Como lo oyen, este museo cuenta con más de 1.500 documentos, fotografías, películas y más de 200 objetos. Desde filtros de café, pasando por la freidora eléctrica, un balón firmado por los diablos rojos hasta jarrones de cristal de Val Saint-Lambert y Van Severen estos objetos encierran la vida cotidiana de los belgas y, con ello, su historia.
El edificio que lo alberga también tiene historia: Antes de convertirse en museo, era un hotel de lujo que más tarde sirvió como lugar de residencia para varios miembros de la familia real. Para hablar de todo esto y mucho más, nos acompaña Charline Franken, responsable de comunicación del museo.
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