La historia de la moda le debe a Bélgica uno de los adornos más importantes durante siglos: el encaje, que tiene sus raíces principalmente en la zona flamenca del país. Este arte fue el favorito de muchas monarquías europeas y fue expandiéndose y variando su forma y estilo.
El encaje de Brujas, el de Bruselas, Malinas… Una tradición artesana que ha ido pasando de generación en generación de mujeres, que mantuvieron la esencia de este patrimonio textil.
En ‘La ventana del pasado’ analizamos su trayectoria desde los inicios más artesanales hasta sus cambios con la revolución industrial. Además, Adriana Aparicio nos recomienda dos museos que guardan la historia de estas telas… ¡E incluso permiten aprender la técnica tradicional!
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