En la última entrega de Qué dilema tan grande, Txomin Lasa se ha dejado llevar por un interés personal: la magia. Pensando en cómo los hechizos de los cuentos de hadas transforman a sus personajes, y en cómo ciertos gestos o palabras parecen seguir teniendo todavía el poder de alterar la realidad, surge la pregunta de la semana: ¿y si vivimos rodeados de rituales mágicos con una fuerza casi sobrenatural?
¿Y si el derecho moderno funcionara con la misma lógica que la magia? Esa es precisamente la tesis del filósofo belga Laurent De Sutter, cuyo libro Magia: una metafísica del vínculo social sirve de punto de partida para el dilema de la semana. La tesis de De Sutter nos invita a cuestionar los fundamentos mismos del sistema jurídico: ¿qué nos lleva realmente a obedecer las leyes?, ¿por qué ciertos gestos o palabras tienen un poder vinculante? Y, sobre todo, ¿en qué se diferencia un acto jurídico —como firmar un contrato o dictar una sentencia— de un hechizo?
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