Miguel Sánchez, corresponsal de la COPE en Bruselas, ha sido uno de los testigos de primera línea de los cuatro días en los que Bruselas ha estado paralizada debido al decreto del nivel de alerta 4. La ciudad, y sobre todo el centro bruselense, se vaciaba de turistas y se llenaba de policías y militares en una semana de excepción en la capital europea.
El objetivo del Gobierno: preservar la seguridad ciudadana. Pero, una vez que la alerta volvió a bajar al nivel 3, muchos ciudadanos se preguntaban qué cambió en apenas un día para que el metro y los colegios abriesen sus puertas de nuevo. ¿Seguridad o estrategia? ¿El gobierno quería lavarse la cara por no haber controlado la radicalización en origen? Son algunas de las preguntas que muchos se hacen ahora.
Miguel Sánchez, nuestro invitado al debate de esta semana, lo tiene claro: la política de comunicación ha sido el gran fallo del Gobierno belga. “El gobierno no tenía muy claro qué estrategia seguir (…) y ha actuado a rebufo de los medios de comunicación franceses” señaló el corresponsal de la COPE en nuestro último programa.
Se trata de un debate que da mucho de sí y en el que también participó Naufal Ahmd, un joven malagueño que vive desde hace dos años en Molenbeek, el barrio bruselense que está en el punto de mira internacional tras ser acusado de ser una cantera de terroristas. Naufal nos aportó su propio punto de vista de todo lo acontecido como español, vecino de Molenbeek y musulmán.
Miguel Sánchez:
Naufal Ahmd:
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