Iván Fandiño nació en el País vasco, pero se siente gallego como sus padres. No hay antecedentes taurinos en su familia, pero de pequeño le llevaban a correr encierros para niños y ahí nació su afición. Dice que está de acuerdo con Paolo Coelho en que cuando persigues un sueño con el corazón, el universo entero se confabula para que lo consigas. Es torero porque es su manera de jugar con la vida y la muerte… sin trampa ni cartón. Está en Bruselas para recibir un homenaje de « La Belgicana ».