Enfrentar los problemas sin apoyos técnicos. Es la filosofía de la antipsiquiatría, una corriente que nació durante las protestas de Mayo del 68 y que ha fracasado en su objetivo. Así lo cree el doctor Guillermo Rendueles, psiquiatra y ensayista, con quien hemos conversado en nuestro último programa.
“Vivimos en sociedades muy psiquiatrizadas, lo que supone que hoy en día la gente necesita consejos de psicólogos y pastillas para todo. Convierten su vida en una enfermedad”, afirma Rendueles. Actualmente, y según este psiquiatra, el problema es confundir los grandes trastornos mentales con los malestares que surgen en el día a día, y tratarlos, por consiguiente, de la misma manera: con un exceso de fármacos y complacencia.
“En los grandes trastornos (delirios y alucinaciones) sí, los tratamientos con medicamentos acallan los síntomas. Pero en el resto de casos no, sin terapia no se cura. Por otra parte, los pequeños trastornos y tristezas se curan cuando uno renuncia a ambas cosas: hay que abandonar medicación y terapia y vivir la vida como seres libres”, apunta Guillermo Rendueles.
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