En estos tiempos en los que, para contrarrestar los efectos de la comida rápida, se proponen hábitos saludables, muchos son los que se obstinan en beber con más frecuencia de la necesaria, incluso sin tener sed. Pero la sobrehidratación puede tener sus efectos nocivos y nuestro cerebro sabe advertirnos de cuándo es necesario parar.
Lluis Serra Majem, director de la Cátedra Internacional de Estudios Avanzados en Hidratación de la Universidad de Las Palmas.
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