Nadie tiene especialmente claro cuando se celebró el primer carnaval. Hay quien sitúa su origen en el Antiguo Egipto, como una forma de celebrar la llegada de la primavera. Otros dicen que todo empezó en la Roma clásica, con las Saturnales, unas fiestas donde el alcohol y el desenfreno se apoderaban de todos los rincones del imperio.
Pero el carnaval de verdad, es decir, el que ya se llamaba Carnaval, no apareció hasta la Edad Media. Su objetivo era el de servir de contraste a la Semana Santa, periodo en el que estaba prohibido comer carne. Es por eso que algunas teorías dicen que “Carnaval” viene del latín “carne vale”, es decir, “adiós a la carne”.
El caso es que, el pasado sábado, en Bruselas con Ñ, nos fuimos de carnaval. No nos hizo falta ir muy lejos. En Bélgica se celebran dos de los carnavales con más historia de Europa. Nos referimos a los de Binche (en Valonia) y Aalst (en Flandes).
Sobre el primero hablamos con Patrick Haumont, responsable de comunicación del ayuntamiento de Binche y tenemos que confesar que nos llevamos alguna que otra sorpresa…
Para hablar sobre el de Aalst, entramos en contacto con José Gavilán, antiguo miembro del grupo Oilsjt Nixt, asociación encargada de fomentar la participación de los ciudadanos de origen extranjero en esta histórica celebración.
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