Jesús Aguirre: «Ir a ver a la Unión es una fiesta, no insultamos a nadie, estamos para animar al equipo»

Llegar a las inmediaciones del estadio Joseph Marien en un día de partido es como retroceder en el tiempo hasta llegar a aquella época en la que el fútbol era otra cosa. Un deporte lejos de grandes estrellas y enormes terrenos de juego.

El campo en el que debutó la selección española está metido en la ladera del parque Duden y sólo tiene una puerta entrada. La fachada que rodea una de sus gradas laterales está protegida y allí delante es donde se concentran los simpatizantes del club horas antes de que comience el partido.

Da la sensación de que todo el mundo que allí acude se conoce, que forma parte de una gran familia. Una familia con valores en la que no se insulta ni al árbitro, ni al adversario y mucho menos a los jugadores. ¿Cuántas veces hemos escuchado a estadios enteros silvar a los suyos? Eso no pasa en la USG. Si el el rival marca un gol, todavía se canta y se anima más: La Unión es una auténtica fiesta.

Con estos valores por bandera, no es de extrañar que muchos aficionados se acaben enamorando de la Union aunque no les guste ni el fútbol. Además, en los aledaños del Joseph Marien se escucha francés, griego, italiano y muchos otros idiomas, siendo reflejo de la multiculturalidad bruselense. Y, por supuesto, también se escucha español.

Durante décadas la Unión ha sido el equipo favorito de la mayoría de españoles de Bruselas. No es casualidad. Como sabrán todos aquellos que hayan escuchado algún capítulo del podcast PARTIR, Saint Gilles era, en los años 60, una especie de pequeña España. En las calles se hablaba en castellano y en el Disco Rojo, lo que ahora es Fuse, llegaron a actuar artistas como las Grecas, los Chichos y Julio Iglesias. No es de extrañar, por lo tanto, que los inmigrantes españoles acabaran convirtiéndose en forofos del equipo del barrio.

La tradición continúa viva a día de hoy y Jesús Aguirre es un buen ejemplo de ello. Este cántabro, afincado en Bruselas desde 1974, es uno de los seguidores más activos del equipo. En el último programa lo recibimos en el estudio.