Una de las noticias del inicio de año ha sido la aprobación de la ordenanza Bruxelle Numérique, una ley que tiene el objetivo de digitalizar los servicios públicos. Esto quiere decir que todos los trámites de la administración pública se podrán realizar de forma totalmente online.
A priori podría parecer una buena noticia porque es cierto que, en ocasiones, hacer un trámite online o por teléfono nos ahorra tiempo. Pero no siempre es así.
Si para quienes sabemos manejar el mundo digital a veces es desesperante conseguir realizar un trámite, imagínense cómo se complica entonces coger cita para el médico o en el ayuntamiento, o consultar la cuenta corriente para aquellas personas que no tienen competencias digitales o para aquellas que no saben leer o escribir, o simplemente para quienes no tienen acceso a ordenadores o internet.
Por eso, cuando el gobierno de Bruselas anunció esta ley hace más de un año y medio muchas asociaciones alertaron de que este texto era discriminatorio y dejaba fuera a muchas personas que ya de por sí no lo tienen nada fácil.
A partir de entonces comenzaron con las reuniones y las acciones. Las asociaciones salieron a las calles y se reunieron con políticos para expresar su malestar.
En el último programa recibimos a Iria Galván, encargada de proyecto de Lire et écrire, para saber cuál es la valoración que hacen del texto final las asociaciones que trabajan en este campo.
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