« El 17 de enero de 1996 José Antonio Ortega Lara fue secuestrado en el garaje de su casa en Burgos cuando volvía de su trabajo en el Centro Penitenciario de Logroño. Días más tarde, la banda terrorista ETA se hizo responsable del secuestro (el segundo que mantenía en esos momentos, ya que José María Aldaya estaba secuestrado desde el 8 de mayo de 1995) y exigió para su liberación el traslado de los presos de la organización a cárceles vascas. El 1 de julio de 1997 la Guardia Civil le localizó en un zulo de Mondragón después de pasar 532 días encerrado allí. El zulo en el que se hallaba, muy húmedo (pues se encontraba a pocos metros del río Deva), sin ventanas y situado bajo el suelo de una nave industrial, tenía unas dimensiones de 3 metros de largo por 2,5 de ancho y 1,8 m de altura interior. Ortega Lara sólo podía dar tres pasos en él. Disponía de la luz de una pequeña bombilla y sólo fue alimentado con frutas y verduras. No podía salir del habitáculo y sus necesidades las hacía en un orinal, en el que recibía también el agua para asearse. En el momento de su rescate, Ortega Lara había perdido 23 kilos, masa muscular y densidad ósea. Sufría de trastornos del sueño, estrés postraumático, ansiedad y depresión.En esa misma operación policial, en la que intervinieron más de 60 agentes, fueron detenidos sus cuatro secuestradores ». (Datos de Wikipedia).
« Un cubil oscuro y siniestro. Con las paredes forradas por en madera abombadas por el agua. Ese es el aspecto de lo que ETA llamaba cárcel del pueblo. (…). Pero el pueblo jamás llamaría a eso cárcel. (…). Los ingenieros del dolor que diseñaron esta antesala de la locura pusieron además una gota añadida a su construcción subterránea: un cartel de varios surfistas que el agua y los hongos, que atravesaron la madera durante los 532 días del secuestro, habían corroído hasta casi borrarlos. Al lado, otra fotografía de la playa donostiarra de La Concha cubierta de nieve. La mazmorra es tan estrecha que un hombre de envergadura normal puede abarcar con los brazos toda su anchura. Tres metros de largo es el espacio que Ortega Lara podía recorrer con la cabeza casi rozando el techo a dos aguas, como el de una perrera. Nadie trata así ni siquiera a los perros. (…). ». Pedro Gorospe. Mondragón. 8 de julio de 1997. Diario EL PAÍS.
« El etarra Jose Uribetxeberria Bolinaga ha muerto esta noche en su casa de Mondragón (Guipuzkoa), según han confirmado fuentes de la familia. Bolinaga, condenado a casi dos siglos de cárcel por el asesinato de 3 guardias civiles y por el secuestro del ex-funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, obtuvo la libertad condicional el 30 de agosto de 2012 porque padecía un cáncer generalizado, terminal y en situación irreversible, según los informes forenses. El terrorista había ingresado en prisión en julio de 1997, tras la liberación del funcionario, que padeció en condiciones infrahumanas el rapto más largo de la historia de ETA -532 día-. La liberación de Bolinaga causó un enorme escándalo entre las asociaciones de víctimas de ETA ». Fernando Garea. Madrid. 16 de enero de 2015. Diario EL PAÍS.