Lo dice Igancio Martínez Fernández, miembro de ASCEL, asociación para la conservación y el estudio del lobo ibérico. Insiste en que el daño del lobo al ganado es insignificante y, además, los ganaderos reciben dinero público por ello. Nos dice que « quien cobra de la PAC no puede matar lobos y eso está pasando en el norte de España ». Asegura que algunos tienen ganado en zonas en donde hay lobos, pero no sufren ningún daño por éstos; sin embargo, hay otros ganaderos que sólo tienen ingresos por cobrar indemnizaciones. Insiste en que España necesita al lobo, que es de todos y es necesario para nuestra biodiversidad.