En mitad de la ciudad de Bruselas existe un pantano de unos 9000 metros cuadrados (más grande que un campo de fútbol), con una gran biodiversidad y cuya existencia corre peligro. Se trata del Marais Wiels. Esta zona verde se formó por accidente tras unas obras para construir una fábrica, pero después se abandonó.
Tras varios años de vaivenes, finalmente la Región de Bruselas-Capital compró los terrenos, con el objetivo de construir varios bloques de edificios y levantar un parque infantil y algunas zonas verdes.
Ante esto, existe una asociación que se ha encargado de defender los intereses de los habitantes de este lago, que ahora reclama que se conserve la totalidad del pantano. Ellos, además, organizan jornadas de limpieza y se preocupan por preservar esta área. Hablamos con Leila Bensalem, miembra de esta organización, quien conoce a la perfección la historia y todos los detalles de este terreno.
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