Con motivo del noveno aniversario de Bruselas con Ñ, la arquitecta y colaboradora del programa Laia Boloix nos hizo nueve regalos: Una selección de nueve lugares poco conocidos de Bélgica pero que guardan un enorme encanto.
1-Tournai
Tournai, muy cerca de la frontera francesa, está considerada como una de las ciudades más antiguas y grandes de Bélgica. Es una ciudad valona situada a orillas del río Escalda, al suroeste de Bruselas. Con lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, como Notre Dame de Tournai y el campanario, acapara la admiración de numerosos visitantes.
2-Spa
Destino identificado con sus manantiales minerales naturales, está situado en el valle de las montañas de las Ardenas, en la provincia de Lieja.
Es el lugar donde se originó la palabra «spa» y se considera que sus manantiales fríos tienen propiedades curativas. Darse un capricho de hidroterapia revitalizante en las Termas de Spa es una de las mejores cosas que hacer en Bélgica. Además, Spa también cuenta con increíbles lugares patrimoniales como el Pouhun Pierre-le-Grand y el Casino de Spa, el casino más antiguo del mundo.
Desde el siglo XVI, la ciudad ha desempeñado un papel precursor en el reconocimiento de las propiedades medicinales del agua, adquiriendo fama internacional con sus aguas distribuidas por toda Europa, y aportando la palabra «spa» al vocabulario inglés.
3-Damme
Damme está llena de testigos del glorioso pasado de Bélgica. Está situada a 7 km al noreste de Brujas y es conocida popularmente como la «ciudad del libro», ya que cuenta con una gran cantidad de librerías y acoge regularmente ferias del libro.
Los visitantes admiran la ciudad por sus imponentes edificios góticos, sus maravillas arquitectónicas, sus paseos en barco y sus restaurantes de última generación. Entre los lugares emblemáticos se encuentran el ayuntamiento Stadhuis y el molino de viento Schellemolen. Además, Damme es la tierra de Uylenspiegel, Nele y Lamme Goedzak, tres personajes históricos de la literatura.
4-Torgny
Pequeña joya mediterránea de Valonia, Torgny marca el extremo sur de Bélgica. Bonitas calles, edificios de piedra y plantas de colores adornan este acogedor pueblo. Clasificado como uno de los pueblos más bellos de Valonia desde 1996, es conocido por sus magníficos paisajes y su suave microclima.
Los viñedos contribuyen al encanto de este pueblo en el que también se puede explorar la reserva natural más antigua de Bélgica: La reserva natural de Raymond Mayné. El restaurante La Grappe d’Or, del chef Clément Petitjean, que cuenta con una estrella Michelin, le llevará a un viaje gastronómico con deliciosos platos elaborados con los ingredientes más frescos.
5-Oud-Rekem
Oud-Rekem, cerca de Lanaken (Limburgo), ganó el premio al pueblo más bonito de Flandes en 2009. Un buen punto de partida para su visita es la iglesia de San Pedro. Data de 1722 y sirve también de museo del pueblo, sala de conciertos y oficina de turismo. En ella se vende una guía muy útil que describe un paseo de 2,5 km por el pueblo.
Lleno de calles estrechas y sinuosas y de varios rincones atractivos, el pintoresco pueblo tiene algo de escenario de película. Hay un magnífico castillo con foso que aporta grandeza a la pintoresca imagen del pueblo, además de una distinguida sala de conciertos y una histórica botica del siglo XVII que se dice que es una de las más antiguas de Bélgica. Además, desde el centro del pueblo se extienden varias rutas de senderismo y ciclismo.
6-Dinant
Situada en la provincia belga de Namur, está Dinant, una pequeña joya, situada a orillas del río Mosa. La Ciudadela fortificada de Dinant y la Colegiata de Notre Dame de Dinant son algunos de los lugares emblemáticos de la ciudad. Otra atracción popular es la casa de Adolphe Sax: el inventor del saxofón, al que se hace referencia por toda la ciudad. Además, cuenta con la galleta más dura de Europa.
Pueden subir los 408 escalones hasta la cima para disfrutar de unas vistas impresionantes del valle del Mosa, o si lo prefieren, puede tomar el teleférico. También hay una increíble red de cuevas subterráneas llamada Grotte La Merveilleuse, donde se puede hacer una visita guiada y encontrar impresionantes cascadas.
7-Durbuy
Es la ciudad más pequeña de Bélgica alberga uno de los castillos más bellos y mejores de Bélgica, el Castillo de Durbuy.
El natural Rocher de la Falize y el Halle aux Blés son las atracciones populares de esta ciudad. Además de los lugares históricos, Durbuy es famosa por sus opciones de divertidas actividades al aire libre.
8-Liege
El pasado industrial de Lieja, situado en el río Mosa, hace que sus edificios sean ligeramente decadentes y lúgubres en algunos lugares, aunque las frondosas colinas que rodean la ciudad le dan un colorido muy necesario.
Lieja, la ciudad más grande de Valonia, se está modernizando rápidamente, y se pueden encontrar preciosas piezas arquitectónicas escondidas en cada esquina. Entre los lugares más famosos para visitar, el Museo del Gran Curtius, del siglo XVII, encabeza la lista. Le sigue la escalera de 374 peldaños Montagne de Bueren, que está considerada como una de las más extremas del mundo. El festival anual de electro-rock Les Ardentes también atrae a visitantes de todo el mundo a Lieja.
9-Malinas
Malinas, cerveza, campanas y tapices. Hablamos de una ciudad pintoresca, rica en encanto e historia: aquí florecen tiendas insólitas, zonas peatonales y plazuelas con encanto. Cuenta con 336 edificios y monumentos catalogados, entre ellos ocho iglesias góticas y barrocas de los siglos XIV al XVII. Destaca la iglesia del Beguinaje, con sus obras de arte y sus tonos pastel.
Esta pequeña ciudad ha sido declarada cuatro veces Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y sus espárragos, el cuco malinois y el «oro» -las cervezas locales- harán las delicias de los bon vivants. Los aficionados a la historia apreciarán, entre un concierto de campanillas y una visita al museo del juguete, el descubrimiento de la Real Fábrica de Tapices De Wit o el Palacio de Margarita de Austria, tía de Carlos V.
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