Estas semanas se está celebrando el Mundial de fútbol en Catar. Este torneo ha estado cuestionado y rodeado de polémica casi desde el día de su concesión. Años más tarde, se descubrió una trama de compra de voluntades y corrupción alrededor de la elección de Catar como sede del Mundial de fútbol 2022.
La compra de este campeonato tiene un único objetivo: limpiar la imagen de un país que viola sistematicamente los derechos humanos de mujeres y colectivos minoritarios. Así, un país sin afición al fútbol, que ha tenido que hacer una inversión millonaria y construir varios estadios, consigue una mejor imagen ante las élites futbolísticas y políticas.
En el programa de esta semana hemos hablado con Ángel Gonzalo, de Amnistía Internacional España, que nos habla sobre la ténica del sportwashing y cómo está siendo utilizado por los países árabes para limpiar su imagen.
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